Pequeña loba.

Sí, me considero una pequeña loba, tengo mi manada y soy capaz de hacer lo que sea por ella, si tengo que sacar las garras, las saco. El problema esta cuando no sabes quien pertenece a tu manada porque a veces te puedes llevar sorpresas ya que nada es lo que parece ser. Por esto en mi vida, siempre me centro en una norma: Primero yo, después mi manada que me demuestra que lo es y por último los que dicen ser lobos pero sólo son simples perros disfrazados.

Tú y otras drogas.

Y no quiero reconocerlo estoy enganchada a ti desde el primer  momento que te vi, que te conocí y ahora no puedo vivir sin esa dosis de ti. Te intenté olvidar, pero no me lo ponías fácil con tus tonterías para hacerme reír de niño pequeño, esas que me encantan. Algo pasó o quizás fue el que no pasase nada pero todo cambio, no eramos las mismas personas. Lo peor de todo es que no tengo ni la más mínima idea de que piensas cuando me ves, ni tú sabes lo que pienso yo de ti porque todo esto que escribo es algo que se queda entre estas palabras y yo.